Hoy en día, los mercados se distinguen por una furiosa competitividad entre las empresas y sus estrategias de innovación. Hemos pasado a una época en la que el 'qué hacer' ha sido desplazado por el 'cómo hacerlo' para marcar una diferencia que atraiga a nuestros clientes.

El valor agregado y el elemento diferenciador son en la actualidad, la clave para que un producto o servicio sean exitosos. Los expertos opinan que mientras el 'qué' es un elemento común que puede ser copiado, el 'cómo' es un sello de personalidad propia.

Pero para que el 'cómo' funcione adecuadamente, debe aplicarse de forma integral en la cultura empresarial, es decir, no sólo se trata de cómo producimos, sino también de cómo nos comportamos, cómo innovamos, cómo somos socialmente responsables, cómo colaboramos y desde luego, cómo competimos.

En Jobomas te compartimos tres ejes básicos para replantear el desempeño de tu empresa y transformarla en una organización moderna que deje huella.

#1. Transparencia

Gracias a la globalización y a la conectividad, la transparencia se ha convertido en un factor de valor incalculable y universal pues ello facilita que cualquier otra persona u organización, independientemente de la ubicación geográfica y la cultura, tengan acceso a una rendición de cuentas claras; una manera práctica de compartir con el mundo a través de la tecnología el qué hacemos y cómo lo hacemos.

#2. Confianza

Sólo en los cimientos de la confianza es que puede llegar a consolidarse una empresa. Una organización que es capaz de generar confianza entre colaboradores, líderes y socios, puede generar lealtades a toda prueba y alinear objetivos a todos los niveles. En un clima de confianza pueden tomarse riesgos y se sabe que el buen trabajo será recompensado. En este sentido, la confianza genera también seguridad que se convierte en un motor de crecimiento.

#3. Reputación

La reputación es uno de los puntos medulares del éxito de una empresa pues es la manera en que los demás perciben cómo hacemos las cosas y la reacción que provoca en ellos. La reputación de una empresa habla de sus valores, principalmente, su comportamiento y su ética. Una empresa responsable, por ejemplo, recompensa los valores de sus empleados (lealtad, innovación, honestidad, calidad en el desempeño, creatividad) lo que a su vez le permite mostrar hacia el exterior una imagen positiva en congruencia con su cultura organizacional. Siempre recuerda que la reputación es el respaldo del exterior al trabajo que se hace y que su poder es tan grande que mal enfocada, puede destruir por completo a una compañía.

Finalmente, te recordamos las sabías palabras del gran filósofo chino Lao Tsé: "la manera de hacer, es ser" y te invitamos a consultar nuestro artículo 5 tips para hacer click con tus empleados y mantenerlos motivados. Buena fortuna!

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