¿La oficina está vacía y tú sigues trabajando? Podrías ser un workaholic. La adicción al trabajo es una conducta compulsiva que afecta al 20 por ciento de los empleados.

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En la década de los 90 se popularizó el uso del término “workaholic” para referirse a las personas adictas al trabajo.

No se trata de una nueva adicción sino de una actitud compulsiva que lleva a una persona a laborar por periodos de entre 12 y 15 horas diarias o que hace de su casa, su auto o cualquier espacio personal, una extensión de oficina.

Actualmente este problema afecta a alrededor del 20 por ciento de la población trabajadora y de hecho, es una conducta bien vista por las empresas pues usualmente sirve para ejemplificar la constancia, la entrega y el esfuerzo de una persona para con sus labores y su compañía.

Generalmente quienes la padecen son personas de entre 35 y 40 años que buscan la aceptación y que están acostumbrados a trabajar por metas u objetivos, situación que han llevado hasta el límite en una búsqueda patológica por alcanzar el éxito o por evadir situaciones personales que les incomodan.

¿Cómo saber si soy workaholic o tengo un colega con adicción al trabajo? Aquí en Jobomas te compartimos algunos características comunes de sus perfiles:

 

- Trabajan por turnos de más de 12 y hasta 15 horas diarias

- Llegan antes del horario de entrada y salen varias horas después de que ha terminado su turno

- Se exasperan si no terminan alguna tarea

- Llevan trabajo a casa

- Son adictos al celular y a la computadora

- Prefieren pasar el tiempo en la oficina que dedicarlo a su vida personal

- Viven a contrarreloj, siempre tienen prisa y siempre tienen trabajo pendiente

- Tienen problemas para delegar tareas y responsabilidades, son desconfiados

- Son perfeccionistas y les gusta tener el control

- Su prioridad siempre es el trabajo

- Están obsesionados por crecer y tener proyección

 

Por otro lado, aunque aparentemente sean empleados ‘muy productivos’, la ansiedad además del ritmo de trabajo acelerado y excesivo, a largo plazo los hace caer en errores. Ello sin contar que por las mismas causas desarrollan problemas de salud (cardiopatías, males gastrointenstinales, hipertensión, insomnio) y de socialización (carácter irritable, agresividad, introversión).

Otro problema que causa esta adicción es el tensión entre colegas y por tanto, el enrarecimiento del clima laboral. Esto sucede porque no respetan horarios de entrada y salida, son acaparadores de asignaciones y generalmente, quieren controlarlo todo.

Si tú o alguien de tu empresa ha caído en esta conducta compulsiva, es necesaria una terapia psicológica para ayudar al workaholic a retomar un ritmo normal de trabajo que se equilibre con otras actividades personales.

Recuerda que el éxito se alcanza dedicando nuestro talento a las tareas que sabemos hacer bien y sabiendo equilibrar la balanza de lo profesional y lo personal.

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