Cómo sobrevivir a un jefe sin autoridad. Un mal jefe no sólo es el que trata mal a sus empleados sino también aquel que es fácilmente manipulable o tiene miedo de asumir responsabilidades.

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La mayoría de los profesionales suele pensar que un mal jefe es aquel que maltrata a sus empleados o incluso aquel que delega todas las responsabilidades al grado de nunca estar enterado de nada pero, pocas veces pensamos en esos 'líderes' que, por falta de carácter, son incapaces de impulsar el trabajo de un equipo.

Así es, cualquier extremo es malo y en este caso, los jefes demasiado benevolentes terminan convirtiéndose en un peligro latentes para la productividad de la empresa que, según estudios, puede bajar hasta en un 40 por ciento.

Si bien hay muy diversas formas de orientar y aprovechar al máximo las habilidades de un equipo, ocupar un puesto de jerarquía exige tener cierto don de mando para ejercer autoridad cuando es necesario y también poseer determinada fortaleza en el carácter para superar las adversidades cuando estas se presenten.

Qué pasa si estas condiciones no se cumplen y tenemos un jefe fácilmente manipulable o incapaz de enfrentarse a una situación de crisis? En Jobomas te decimos cómo lidiar con un jefe sin autoridad, un jefe rebasado por sus propios miedos. Toma nota.

 

#1. No es personal

Una regla básica en el entorno laboral es el uso de la inteligencia emocional. En general, las decisiones o acciones de tu jefe no están encaminadas a molestarte a ti directamente. Es importante que entiendas que las actitudes de tu superior tienen que ver con su incapacidad para dirigir un equipo pero no son ataques de tipo personal por lo que no debes sentirte agraviado ni tomarte las cosas como un asunto en tu contra. Recuerda mantener la autoestima bien arriba y sentirte seguro de tus capacidades; no dejes que el comportamiento de tu jefe afecte tus emociones.

 

#2. Busca ser empático

No siempre podemos congeniar con todas las personas y es cierto que en ocasiones, quienes ocupan puestos superiores tiene comportamientos difíciles de sobrellevar que van desde la arrogancia hasta la total indiferencia. La recomendación es tratar de ponerse en el lugar del otro para entender la manera en la que actúa. Lo anterior quizá no modifique su comportamiento pero al menos, nos permitirá saber cómo reaccionar ante determinadas circunstancias e incluso, mostrarse empático también puede generar un canal de comunicación que ayude a mejorar la relación.

 

#3. No te alteres

Nuevamente, la inteligencia emocional debe prevalecer ante cualquier circunstancia. Si te ves orillado a enfrentar a tu jefe más vale que lo hagas con sabiduría y que uses toda tu paciencia. Cuando sea necesario discutir un punto, no te alteres, trata siempre de responder de manera tranquila y con argumentos lógicos que puedan hacerle ver que está actuando de manera incorrecta y que ello puede afectar los resultados del trabajo. Usa tu lenguaje corporal para demostrar seguridad y carácter y, si es necesario también puedes recurrir al silencio como una señal de desaprobación respecto de su comportamiento pero recuerda que jamás debes perder la compostura ni poner en entredicho tu profesionalismo.

 

Sea cual sea la situación no te desesperes, en lugar de ello busca las ventajas que te brinda; si lo piensas bien, quizá esta sea una buena oportunidad para demostrar tu liderazgo y obtener una mejor posición. Recuerda que un profesional siempre es parte de la solución de un problema.

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