Las competencias laborales son en general, las capacidades, habilidades y conocimientos que tenemos para la ejecución de cierta tarea específica pero como las hay de diferentes tipos, hay que saber reconocerlas.
Interpersonales:
Son necesarias para adaptarse a los distintos ambientes laborales, para interactuar con otros empleados y para establecer tareas de coordinación, comunicación o trabajo en equipo. También definen la capacidad para la resolución de conflictos, las habilidades de negociación, la proactividad y el liderazgo.
Intelectuales:
Comprenden todos los procesos cognitivos y de pensamiento que permiten la resolución de tareas sumamente específicas como la capacidad de análisis, la memorización, la habilidad para la solución de problemas, la toma de decisiones, la habilidad creativa y los procesos de atención y concentración.
Empresariales o de emprendimiento:
Son capacidades orientadas a la generación de oportunidades y a la creación de nuevos negocios. Dentro de esta categoría se concentran el liderazgo, la habilidad para reconocer o crear oportunidades, la destreza para la obtención de recursos, la capacidad para asumir riesgos y las destrezas de negociación.
Organizacionales:
Son aquellas que permiten orientar el pensamiento estratégico a diversas situaciones dentro de una empresa, también la capacidad para aprender a partir de las experiencias de otros y las habilidades para la gestión de recursos e información así como aquellas que están orientadas al servicio.
Personales:
Se trata de condiciones o valores que permiten a un empleado actuar en un espacio productivo y desarrollar su potencial. Entre estas se encuentran la ética, la inteligencia emocional, la capacidad de adaptación a los cambios, el dominio de sí mismo, la honestidad, la disciplina.
Tecnológicas:
Todas aquellas destrezas por medio de las cuales un empleado es capaz de identificar, transformar, adaptar o innovar procedimientos, métodos, productos, o artefactos además de la aplicación del uso de las diversas herramientas de la tecnología. Dentro de estas se concentra la habilidad en la elaboración de procesos y modelos tecnológicos, el uso de herramientas informáticas, el desarrollo de software, la innovación de procesos de producción, el dominio de equipo.
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