Habla de tus debilidades en la entrevista de trabajo sin miedo. Elimina ese miedo a hablar de tus debilidades y aprende a contestar.

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Es importante saber siempre cuáles son nuestras debilidades, y cuáles nuestras fortalezas y talentos, a la hora de buscar un empleo en el que no sólo encajemos, sino que también encaje con nosotros. Y sobre todo no dejes que las malas experiencias que has vivido en el pasado te afectan para las entrevistas de trabajo que tienes ahora.

3 errores que debes evitar al hablar de tus debilidades en una entrevista de trabajo

 1. No saber cuáles son tus debilidades

Somos humanos, y al igual que tenemos muchos talentos, todos también tenemos ciertos puntos débiles. Y no pasa nada por admitirlo. De hecho, hacerlo es un signo de madurez e inteligencia. Pero imagínate que vas a una entrevista de trabajo y cuando te preguntan cuál es tu mayor debilidad no sabes contestar, o dices que no tienes ninguna. El entrevistador verá en ti a una persona que se pone demasiado nerviosa ante un pequeño obstáculo, o pensará que eres alguien prepotente que se cree superior a los demás y que no tiene falls. Así que si no sabes qué debilidades tienes, toma un test de personalidad, apunta los resultados, y luego pregunta a personas que te conozcan para que ellos te den una respuesta sincera.

Seguramente si no sabes cuáles son tus debilidades, tampoco sepas qué fortalezas tienes, y eso puede hacer que tu entrevista de trabajo vaya mal.

 2. Hacer ver tus defectos como virtudes

Seguro que alguna vez has leído o te han aconsejado decir cosas como ?mi mayor defecto es prestar demasiada atención a los detalles? para hacer ver ese defecto como una virtud.Es un gran error y una respuesta que los reclutadores odian porque muchos candidatos utilizan esa estrategia en todas las entrevistas a las que acuden.De lo que ellos no se dan cuenta es de que con eso sólo demuestran que se centran en una parte del trabajo, y al resto no le dan importancia.Tampoco intentes hacer ver que antes tenías malos hábitos y que ahora eres una persona mejor porque los has cambiado. Un buen ejemplo de esto son las típicas personas que dicen ?antes tenía la mala costumbre de llegar un poco tarde, pero ahora siempre llego puntual a todos lados?.Al entrevistador le da igual cómo eras antes: lo que le importa es quién eres ahora. De hecho, por mucho que digas que ahora te has corregido y que has cambiado, siempre le quedará la duda de si es verdad o es una mentira que le estás contando. Y eso puede ser fatal para conseguir el empleo.


  3. Contar todos tus dramas para conseguir el puesto

De nada te va a servir ir a una entrevista de empleo, contar todos los problemas que tienes (incluyendo que necesitas el trabajo porque tu economía está mal) y ponerte a llorar.Para el entrevistador esa será una situación violenta y se sentirá muy incómodo; además, también puede pensar si en realidad no es una estrategia más y todo lo que le cuentes es mentira.Y aunque no pase ninguna de estas dos cosas, el reclutador puede llegar a la conclusión de que tienes demasiados problemas que podrían afectar a tu trabajo, y no contratarte por ese motivo. 

Lo realmente importante en cualquier entrevista de trabajo es que seas sincero, que se te vea como una persona que realmente desea conseguir el puesto, y ser tú mismo mostrándote natural. Prepara bien todas las posibles preguntas que puedan hacerte y cómo vas a contestarlas. Y si finalmente no te contratan ¡sigue adelante! No te rindas y vuelve a aplicar a otras ofertas de empleo: la constancia es fundamental para no desanimarte, y cuando menos lo esperes te llamarán para decirte que el puesto es tuyo.

Fuente: Gananci


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