Predomina en México empleo sin prestaciones El corto paso por la formalidad de la población en México hace que coticen pocos años en la seguridad social

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La realidad del mercado de trabajo en México es de elevada precariedad. Sesenta de cada 100 trabajadores laboran informalmente sin recibir prestaciones sociales, tanto en el sector no registrado como en empresas formalmente establecidas y hasta en el gobierno.

El resultado de este precario estatus laboral es un círculo vicioso entre escasa productividad laboral, limitado crecimiento económico, bajos salarios y un débil mercado interno.

En el futuro, esta problemática podría implicar la profundización de la pobreza y un problema serio de finanzas públicas, dado el envejecimiento de la numerosa población ocupada que hoy no cuenta con aportaciones para el retiro, ni con ahorros sustanciales para dejar de laborar.

Los empleos que no otorgan seguridad social, dejan al trabajador desprotegido; no sólo porque no accede a lo más básico de esta protección, sino porque además no cotiza en un fondo de pensión; “y en caso de una contingencia, ésta recae sobre la persona, que no tiene como amortiguar o repartir el riesgo”, expuso Rodrigo Negrete Prieto, investigador de la dirección general de integración, análisis e investigación del Inegi.

En la nueva metodología del Inegi se reconoce que la informalidad laboral se ha extendido a todo espectro de la economía y a todo tipo de unidades económicas.

El grupo de población más afectado por la falta de prestaciones son los jóvenes que se incorporan como primer empleo al mercado laboral informal, sin considerar que la falta de prestaciones sociales podría ser un problema a futuro.

La reforma laboral busca incorporar a estos grupos de población a actividades formales.

Negrete explicó que muchas personas inician su trayectoria laboral en la informalidad por diversas razones, entre ellas, la necesidad de trabajar medio tiempo mientras estudian o por la poca preparación.

Trabajar en empleos informales en esta última etapa de la vida laboral representa un gran problema, pues ya no se cuenta con el vigor físico que los trabajos no calificados requieren.

El corto paso por la formalidad de la población no calificada en México hace que coticen pocos años en la seguridad social y en los sistemas de pensiones.

Con la figura actual del trabajo de medio tiempo o a prueba, se apuesta a que las personas inicien su vida laboral en el sector formal, dijo el funcionario del Inegi.

Pablo Noreña, socio a cargo de capital humano y obligaciones estatales de KPMG, dijo que la reforma laboral además de incorporar a la población al mercado laboral formal, pretende reducir los esquemas de contratación simulada, donde no se paga la seguridad social.

 

Fuente: La Crónica

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