Construcción gana sin aranceles al acero El Gobierno retiró las salvaguardias a cinco productos del acero que estaban aumentando los precios de la vivienda por los costos de importación.

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Con la decisión del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de eliminar la medida de salvaguardia a cinco productos del acero, se anima a que la construcción no traslade el aumento del precio de sus insumos al consumidor final, lo que repercutiría en un precio más elevado de la vivienda.

Ayer se anunció la eliminación de la salvaguardia a las barras de acero, alambrón corrugado, perfiles cuadrados y en L y platinas que se había impuesto en octubre de 2013. Estos materiales se utilizan para la construcción de viviendas, oficinas, entre otros.

Por otra parte, se mantendrá la restricción a las importaciones del alambrón de acero liso por un año a partir del 8 de abril, para aquellos que provienen de México y Trinidad y Tobago, principales proveedores del material que se utiliza para la creación de productos para el campo como alambres de púas, mallas y fabricación de puntillas.

El contingente arancelario será de máximo 174.452 toneladas anuales repartidas en 80 por ciento para los importadores tradicionales del producto y 20 por ciento para los nuevos agentes. A partir de ese cupo las importaciones pagarán 21,29 por ciento de arancel.

Carlos Arango, presidente de Constructora Bolívar, asegura que gracias a esta decisión se controlarán los costos de producción porque habrá un efecto de regresión en los precios. "La medida permite que el mercado mantenga los precios finales de vivienda y que aumente la construcción".

Asegura que en el segundo semestre de 2013, el precio del metal se disparó y como consecuencia aumentó el valor de la vivienda. Por otro lado, "sin la salvaguardia se nos permite seguir participando en la construcción de vivienda de interés social, con buenos materiales y precio competitivo". Alejandro Arboleda, gerente general de Provalor, ve la decisión como acertada porque permitirá una mejor competencia. "Habrá materia prima más barata, lo que podría tener como efecto bajar el valor de la vivienda". Explica que de no haberse eliminado la salvaguardia, las consecuencias las habría pagado el comprador final de vivienda. "Todo lo que desbalancee el ejercicio del constructor afecta al consumidor final".

Reto para la industria local

Con la eliminación de la restricción a las importaciones de cinco productos del acero se determinó que los problemas de las empresas que habían solicitado la medida, Acerías Paz del Río y Diaco no tenían relación con las compras al exterior. La pérdida neta en 2013 de Paz del Río fue de 232.699 millones de pesos debido a depuración y optimización de inventario, aumento en la provisión de inventarios, aumento del pasivo pensional y al plan de retiro voluntario.

"No hubo relación causal entre las importaciones y el daño a las empresas. Solo se encontró en el alambrón liso", señaló el ministro de Comercio, Santiago Rojas. Esto significa entonces que la industria del acero nacional tiene como reto modernizarse y lograr ser más competitiva con sus precios frente a los mercados internacionales.

Óscar Proaño, director general de Proalco, asegura que los productores nacionales no tienen toda la calidad necesaria y que no cuentan con el abastecimiento suficiente para la demanda.

 

Fuente: El Colombiano.

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