El calendario avanza implacable sin que la negociación del ERE de Coca-Cola Iberian Partners arroje resultados. A ocho días del fin del periodo de consultas, los sindicatos volvieron ayer a levantarse de la mesa ante la rotunda negativa de la compañía a retirar los cierres. Desoyeron así su nueva propuesta, que mejora las condiciones del expediente y reduciría a 250 el número de despidos en toda España. Y lo hicieron porque los trabajadores se mantienen firmes en su exigencia de que se evalúen otras alternativas para las plantas de Colloto, Fuenlabrada, Alicante y Palma de Mallorca.

Ante lo enquistado de la situación, la embotelladora ha decidido sacar el armamento pesado. Ayer aseguraba, a través de Europa Press, que la productividad media de sus plantas no alcanza el 50%. Y hablaba, también del supuesto exceso de capacidad ociosa de sus factorías, puntualizando que en los meses pico o periodos de máxima producción ninguna alcanza el 80%.

De este modo, pretende justificar el ERE presentado y su apuesta por un mapa circular del área industrial, que según sus cálculos supondría un ahorro de unos 26 millones con respecto a un mapa radial, consolidando la producción en siete centros de trabajo y cerrando los otros cuatro. Además, la compañía prevé gastar 27 millones menos con el nuevo modelo de distribución, lo que elevaría el ahorro a 53 millones.

La empresa, que alegó causas productivas y organizativas al presentar el expediente, argumentó también una caída de los beneficios del 29,7% en el periodo 2010-2012 y un descenso significativo de la producción tanto en número de cajas -con un desplome del 14% entre 2008 y 2013- como de litros, con una reducción del 4,3% desde 2011.

Por su parte, los trabajadores ven todas estas cifras y su nueva oferta como una maniobra de distracción para manipular a la opinión pública. En cuanto a los números, desde la planta de Colloto recuerdan que el consumo de Coca-Cola siempre ha sido «muy estacional, por lo que es fácil jugar con las cifras de ociosidad». Hace seis años, señalan, se instaló en Asturias una enlatadora -hasta entonces solo se trabajaba vidrio y plástico- «porque hacía falta. No creemos que una alta ociosidad sea la razón real del cierre». Además, apuntan, en aplicación de la reforma laboral, todos los empleados de la planta -los del turno de mañana y los de tarde- trabajaron una hora más al día durante el verano de 2013, «para equilibrar las ratios de producción durante el invierno».

Las nuevas condiciones propuestas esta semana por la compañía reducen de 350 a 250 el número de despidos planteados para toda España, fijan en 481 las recolocaciones (de las que 127 atenderían las necesidades de movilidad interna) y 490 personas mayores de 58 años serían recolocadas. Los sindicatos no quieren ni oír hablar de negociar el ERE si no se retiran los cierres, pero sí reconocen su descontento con los planteamientos de la empresa: «No podemos olvidar que las recolocaciones ofertadas son, en realidad, despidos encubiertos». De hecho, vaticinan, serán muy pocos los miembros de la plantilla de Asturbega que acepten trasladarse a otras plantas del grupo. «Nuestras familias viven y trabajan aquí, así que en muchos casos no podrían seguirnos. A ver quién puede, con nuestros sueldos, pagar dos pisos», lamentan.

El de ayer fue el último corte de tráfico que la plantilla de Colloto realizará antes de comenzar, el lunes, una huelga indefinida. Habrá más reuniones con la compañía los días 18, 19 y 20.

Fuente: El Comercio.