Consejos para superar con éxito la segunda entrevista de trabajo

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No te creas que porque te han vuelto a llamar tienes todo hecho, ya que esta fase es aún más complicada que la anterior. Piensa que en esta ocasión estás compitiendo con los mejores; esos profesionales que ofrecen las candidaturas más atractivas y los currículos más completos. 


Es importante cuidar la postura y la forma de expresarse, además de mostrar interés y acudir con la actitud adecuada a la segunda entrevista de trabajo. ¿Quieres lograr el empleo de tus sueños? Sigue los siguientes consejos:


El lenguaje

La forma de expresarse es fundamental en la primera entrevista de trabajo, y por supuesto lo sigue siendo en esta segunda fase. Siempre es importante comunicarse con claridad y concisión, pensando antes de hablar y meditando las palabras más adecuadas. Eso sí, no te tomes demasiado tiempo para responder, ya que el reclutador podría pensar que no has entendido bien la cuestión o que no estabas escuchando.

Utiliza palabras cotidianas, empleando únicamente tecnicismos cuando el discurso lo precise. Evita tutear al entrevistador, también las coletillas y las expresiones como No, Nunca, Odio o Siempre. No hables ni mucho ni poco, no interrumpas ni te muestres agresivo en tus palabras.

Los reclutadores no deben preguntar sobre ciertos aspectos de la vida privada, así como el deseo de ser madre, la edad, el año en el que se finalizó la carrera, la ideología política, la orientación sexual o la creencia religiosa. En estos casos, y en lugar de negarte a contestar la pregunta, indica que la respuesta en este asunto es irrelevante para el puesto en cuestión e intenta reorientar la conversación hacia tu experiencia, tu formación o las razones que te llevaron a aplicar a dicha oferta de empleo.


La actitud

La actitud es sumamente importante en todo el proceso de selección, además de ser determinante en esta segunda etapa. Debes presentarte como un profesional confiado que merece el puesto, asegurándote de explicar tus experiencias y tus logros con seguridad. Los reclutadores suelen ver con malos ojos cuando un profesional está desesperado por un empleo o cuando lo pide "por necesidad", al igual que cuando se habla mal de un antiguo empleo, jefe o compañero.

 


El interés

El reclutador te eliminará inmediatamente de la carrera por el puesto si percibe falta de interés, por lo que te recomendamos que realices varias preguntas a lo largo de la entrevista. Las aportaciones y los consejos también serán bien recibidos, a no ser que te muestres como un profesional autoritario y prepotente.

Seguramente en la primera fase de la entrevista no entraste en los temas más comprometidos, aunque ahora es el momento de tratar todos los asuntos. Si el entrevistador no ha sacado el tema, pregunta por el salario pero sin dar a entender que es tu principal preocupación. También podrás interesarte por el puesto que tendrías, las posibilidades de ascender en la empresa, las bonificaciones, las plazas de aparcamiento, etc. Nunca abandones la habitación sin haber resuelto todas tus dudas ni sin expresar tu agradecimiento.


La comunicación no verbal

Y, cómo no, la postura y las formas también tendrán un peso considerable. Aunque el reclutador y tú ya os conozcáis, quizás en esta segunda entrevista participe más gente, por lo que debes intentar dar una buena primera o segunda gran impresión. Independientemente de que seas mujer u hombre, al igual que el reclutador, lo correcto es saludar con un apretón de manos fuerte y seguro, aunque espera a que sean ellos los primeros en estrecharla.

Cuida el modo en el que te sientas, el movimiento de las manos y las piernas, la mirada y el espacio que ocupas, nunca invadiendo el espacio personal del entrevistador. Mantén durante todo el tiempo la sonrisa, mostrándote como un profesional agradecido, simpático, positivo y optimista.

Y, por último, mantente seguro y relajado todo el tiempo, aunque no caigas en la trampa de convertirte en el colega del reclutador. Conforme vaya transcurriendo el tiempo, los nervios irán desapareciendo, aunque es importante que nunca bajes la guardia. ¿Te han ofrecido algo para beber? Acepta y pide un vaso de agua, no te inclines por algo sofisticado o con alcohol.


Fuente: Universia España

Autor: María Moreno

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